Todas las empresas, pero especialmente las pequeñas y medianas, se encuentran con un problema a la hora de decidir que herramienta van a utilizar para gestionar su negocio.
En el mercado existe un sinfín de soluciones posibles con características y precios muy diversos. Esta amplia gama de propuestas acaba confundiendo a la empresa, que termina invirtiendo una cantidad de recursos importantes (de tiempo y de dinero) en seleccionar e implantar una solución que en muchas ocasiones no se ajusta a sus necesidades reales.
Cada empresa tiene una forma de trabajar única y no hay dos iguales, aunque se dediquen al mismo sector de actividad.
La empresa requiere un solución de gestión de negocio adaptable a su modo de trabajar, sin embargo, los programas de código cerrado suelen ofrecer soluciones genéricas, no modificables, que obligan a la empresa a adaptarse al software, rompiendo de este modo su lógica de negocio, y dificultando sobre manera el proceso de implantación.
¿Qué barreras impiden a una empresa decidirse por un programa de gestión empresarial?
Depende mucho de la empresa, pero casi todas coinciden en varios puntos:
“Los programas son complejos"
"Necesitamos sencillez y facilidad de uso.”
“No somos expertos en usar programas informáticos”.
“No tenemos tiempo para aprender nuevos programas”.
“No podemos permitirnos invertir mucho dinero en programas”.
“Una asesoría nos lleva la gestión”.
“Ya trabajamos con otro programa.".
¿Qué pasa con mis datos actuales si cambio?”
Estos problemas se pueden resumir en cuatro objetivos claros que la solución elegida debe tener:
Que sea económica.
Que sea sencilla.
Que haga lo que el usuario necesita.
Que permita exportar / importar datos de forma fácil.
¿Existe algo parecido en el mercado?
Desde luego que sí. En el mercado hay disponibles múltiples opciones que ofrecen estas condiciones, especialmente, aplicaciones de software libre, que además ofrecen una independencia de proveedor muy importante.
Aunque estas condiciones no son las únicas características que deben analizarse por la pyme, es esencial que el producto este contrastado y pueda ser verificado mediante referencias de clientes que ya están haciendo uso del mismo. ¿Quién puede opinar mejor que un usuario real del programa?